sábado, 10 de enero de 2015

Cuidados básicos

   Cuidar de un agaporni es algo muy sencillo, pero necesita atención. Si quieres uno piensatelo bien, porque viven unos 20 años y requieren muchos cuidados.


 Son originarios de África y necesitan un clima cálido para vivir. Lo ideal para ellos es tenerlos en casa en un lugar caliente durante el invierno y en verano por el día en alguna terraza, ventana o jardín y durante la noche en casa, para que no se enfríen o pasen frío. Otra forma de impedir que se enfríen es mantenerlos alejados de lugares que puedan crean corriente en los meses más fríos, como por ejemplo de puertas o ventanas. 

PAREJA:



Los agapornis son conocidos como "inseparables" debido a que desarrollan vínculos afectivos muy fuertes con su pareja, la cual les dura para toda la vida una vez que la eligen, por eso la mejor opción para ellos es llevarlos a casa con su pareja al comprarlo, ya que si son separados podrían llegar a morir, pues dejan de comer. Además, en el caso de que tuvieras en casa dos agapornis y uno de ellos falleciera, el otro no dejaría de buscarle y llamarle. La mejor manera para impedir que deje de comer y muera de pena es interactuar con él todos los días. También es recomendable ponerles un espejo en la jaula para que vean su reflejo y no se sientan solos. Otro error es tener un número impar de agapornis, pues dos querrán tener como pareja a un mismo agaporni y comenzarán a pelearse constantemente.

COMIDA:  

Hay que darles de comer y beber, como a todos los animales: hay que cambiarles el agua muy a menudo, ya que beben muchísima a lo largo del día. Respecto a la comida, lo ideal es un pienso preparado para ellos que venden en prácticamente todos los supermercados. Además, está bien ponerles fruta fresca, pues es muy buena para ellos y les suele gustar bastante, especialmente la manzana o la pera. Tampoco está mal ponerles barras con vitaminas (que suelen ser barras que sirven para todo tipo de pájaros) y taquitos de azucar para que puedan afilarse tanto el pico como las uñas. Es muy importante para su nutrición que se les alimente con semillas, frutas, verduras, yodo (esto último se puede encontrar con facilidad en chucherías para agapornis) y con un poco de calcio. 


JAULA:


  Respecto a la jaula, es preferente que sea una jaula rectangular y alta para que tengan la mayor sensación de seguridad posible. Además, si se tiene un nido es buena idea ponerles dentro ramitas de lavanda, ya que es una buena manera de quitar parásitos. Es muy importante ponerles una bañerita para que puedan limpiarse y refrescarse, pero también es muy importante cambiarles el agua cada día para que no beban el agua sucia. Si algún día hace especialmente frío (hay que intentar que ésto no suceda con frecuencia) la mejor opción es quitarles ese día la bañera, para que no se empapen y cojan una pulmonía, y echarles agua con un pulverizador para que así se refresquen. 


JUEGOS:


  Los agapornis son unos aves muy listos, y les encanta entretenerse. Para ello lo mejor es ponerles distinto juguetes por la jaula, al ser posibles con colores llamativos, e ir cambiándolos de sitio y posición, pues les encanta la novedad. Es importante no comprar juguetes con piezas pequeñas que puedan tragar o frágiles que sean fáciles de romper al picotearlas. Además, son unos pájaros que adoran llamar la atención de las personas de modo que además de silbar, si tiene una campanita, o algo por el estilo como juguete, estará todo el día metiendo ruido con él para que así le hagas más caso. 


SOCIABILIDAD:


  Son unos animales que tienen que salir de la jaula y volar por lo menos una vez al día, de modo que puedes aprovechar para adiestrarlo cada vez que lo saques, hasta que se acostumbre a estar contigo y se dé cuenta de que cuando está con personas está a salvo. Además, es recomendable darle también premios para que esté a gusto cuando fuera haya gente. También es bueno ponerles música, les encanta, se pondrán a cantar. 


RESPETO:


  Por último, lo más importante es tratarles siempre con respeto, ya que son muy respetuosos entre ellos.  El agapornis tiene que percibir tu cariño y saber que lo que haces es por su bien para que te haga caso. Si no quiere tus caricias, no lo fuerces. Si insiste en permanecer a su aire y alejado de ti, no te acerques. Si no quiere que lo cojas, no se lo impongas. Si te pica cuando no debe, ignóralo para que no vuelva a hacerlo, no te pongas a gritar. Si hace algo bien, prémialo. Si lo llamas y no viene, trata de enseñarle que si se posa en tu mano hay una chuche después. Reforzamiento positivo, nunca castigo, y mucha paciencia. Se puede tener un agapornis muy bien educado y feliz.

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